LA NACION

La otra mirada

Una reflexión sobre la obra de los artistas más jóvenes, que trabajan sin límites de técnicas ni de tendencias

Sábado 9 de febrero de 2008 | Publicado en la Edición impresa
Segmentar en la categoría de joven lo que ocurrió en 2007 implica un forzoso acuerdo de definición que contemple algo más que una noción de edad. Al fastidioso requisito de menores de 35 hay que sumarle el mucho más complicado y estimulante concepto de novedad. Así es que lo nuevo, asociado a lo que está pasando, entrega la satisfacción de apreciar la multiplicidad y proliferación de artistas que trabajan sin límites de técnicas ni de tendencias.

Esto es lo primero que llama la atención: no hay una moda prefijada, en lo que a arte joven se refiere. Al tiempo que existe un "regreso a la pintura", tal como se observa en Estanislao Florido, Leo Garibotti y Juan Allaria, solo por citar algunos de los muchos ejemplos; en el campo de la fotografía, el arte digital y la escultura hay un sinfín de nuevas versiones. En el primer caso, me gusta ver la convivencia de poéticas tan disímiles como la de Sebastián Freire y Yamandú Rodríguez. La versatilidad y el trabajo depurado del primero -recuérdese su serie Sebastiano, mártir y las fotos para el libro Milongas de Edgardo Cozarinsky- con la búsqueda obsesiva y machacona del segundo en la serie de sus retratos de chicas. Por supuesto que el declive del formalismo para mirar el arte es, sobre todo en el caso de Rodríguez, el que habilita su pertenencia. En cuanto a lo digital, la relación entre el arte y los nuevos medios tecnológicos promueve la ilusión, efímera, tal vez, del artificio. Second Life , en su sucursal argentina, es un espacio virtual para explorar lo que recién empieza y, quizá, pronto termine. Pero valen la pena la esperanza y las imágenes.

Pablo Curuchet es escultor. Solo que su obra está construida con cajas de cartón de mercadería de supermercados chinos. Gigantes y amarronados con caracteres ininteligibles son los animales y los monstruos que modela a fuerza de desarmar y volver a pegar. El "escultor cartonero" reedita la fuerza del proyecto que dialoga con un medio urbano y comercial que se modifica.

No solo de artistas vive el arte. Frase que después de mucha masticación y simplificación podría salir de la definición de Pierre Bourdieu de campo cultural. Vive de galerías, de premios, de libros, de teóricos. En este caso, la heterodoxia también abunda y privilegiaría el blog y el portal como manifestaciones genuinas, perdón la paradoja, de divulgación y reflexión. El interpretador, maoylenin.blogspot.com, cippodromo.blogspot.com, por mencionar algunos, son los October de este tiempo. Esos que se leen con fruición y se esperan al borde del ciberespacio.

Por Laura Isola
Para LA NACION


Estraña Soledad 2003 Córdoba Argentina

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